Aún cuando quisiéramos encargarnos personalmente de nuestros padres ancianos, se hace difícil cumplirlo, no sólo por el tiempo que demanda, sino por las extensas necesidades que tienen nuestros padres a esa edad. Muchas veces necesitan una asistencia profesional, y es entonces cuando debemos decidir qué enferma tendrá a su cuidado a nuestros seres queridos.
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El cuidar a un familiar de la tercera edad constituye una tarea no sólo nada sencilla, sino que también puede resultar en dificultades que van más allá de lo emocional. Se trata de una situación que puede generar problemas de dinero, de salud física o más. En el contexto familiar, tener a un padre o madre anciano puede crear tensión entre los otros habitantes de la casa y las peleas tampoco serían extrañas.
Cuando alguien en casa necesita de cuidados por tiempo o por la gravedad de la enfermedad, se hace necesario contratar un servicio de enfermería a domicilio y la elección no suele ser sencilla.
Muchas personas que tienen un adulto mayor en casa, es decir, una abuelito (a), se encuentran preocupados porque ellos están sufriendo de depresión, más aún, si ellos no se dejan ayudar, ya que consideran que son una carga para la familia y asemejan la depresión como debilidad propia de la edad, llevándolos incluso a pensar en la muerte.
Las personas de la tercera edad no pueden mantener la misma dieta que los demás. Conforme envejecemos, es necesario cambiar los hábitos alimenticios y los doctores recomiendan una dieta balanceada, lo más variada posible. Esto significa que es necesario consumir frutas, verduras y proteínas para mantener la buena salud.
La enfermería es una profesión muchas veces poco valorada. Sin embargo, todos a lo largo de nuestra vida hemos necesitado o necesitaremos de una enfermera. Son personas indispensables en el sistema de salud y realizan labores que hacen necesaria una verdadera vocación por el servicio. Se trata de una profesión más seria.
Por Lic. ND. Lorena Olivos Consoli Especialista en Sobre Peso y Obesidad CNP 4569 www.nutrinews.pe Es una gran incógnita si las personas mayores de 65 años pueden tomar café, muchas veces escuchamos decir que el café es malo o que puede causarnos un infarto por ello es mejor que no abusemos de esta bebida, ahora vamos a ver que es lo último que nos trae la ciencia con respecto al café.
El café es una bebida estimulante obtenida de las semillas de la plante del café reconocida por su concentración de cafeína y por la cantidad de antioxidantes que aporta al organismo. Los últimos estudios han dado un giro de 180° a nuestros conocimientos y han demostrado lo siguiente:
Ahora, ¿Las personas de la tercera edad o adultos mayores pueden consumir café? La respuesta es sí, siempre y cuando no padezcan de enfermedades cardiacas, hipertensión arterial, enfermedades neurológicas y sobre todo si su médico se lo permite. Propiedades del café
¿Cómo debe de consumirse? El café debe de tomarse puro, es decir, sin lácteos ni azúcar ni edulcorantes artificiales, ya que minimizan o neutralizan sus antioxidantes. Se puede utilizar Stevia o consumirlo sin azúcar. Hay que tener en cuenta que los cafés instantáneos contienen colorantes y saborizantes. El mejor café es el de grano entero que se muele y se consume como café pasado. Continuamos con las incógnitas sobre la cantidad de cafeína que contiene el café, para muchos tomarse un expreso es una Bomba de cafeína, sin embargo esta figura demuestra lo contrario. Finalmente, podemos decir que las personas mayores de 65 años si pueden consumir café en cantidades moderadas. Lo ideal es consumirlo en las mañanas ya que se ha demostrado que una taza de café diaria por las mañanas previene la depresión. Si usted sufre de enfermedades coronarias, debe de consultar con su médico y una buena alternativa es el café descafeinado. El aseo del paciente es algo elemental pues de ello dependerán la comodidad y el buen estado de ánimo del adulto mayor, indispensable para su bienestar. El aseo requiere, como todas las atenciones y servicios que le proporcionas, de tu paciencia y buena actitud. Baño El baño puede realizarse cada dos días hasta cada cinco, dependiendo de factores como el peso del adulto mayor (si lo bañas a diario, antes de un mes tendrás hernias por todos lados). Según la frecuencia de sus evacuaciones, la limpieza al darle sus alimentos, las dificultades que represente su traslado al baño por la distribución de la casa, etc. Se debe utilizar jabones neutros, o especiales que no resecan demasiado la piel (de almendra, de cacahuate, etc.), o los que proveen ciertos lubricantes apropiados para la misma. Reemplaza el tradicional estropajo por una toallita facial o por una esponja; en el mercado local hay esponjas con felpa en el lado opuesto que constituye un excelente auxiliar para el baño. El baño del adulto mayor se lo deberás dar siempre sentado, en una silla de plástico, con piernas abiertas y que cuente con un orificio para poder asear perfectamente los glúteos y sus más recónditas áreas, para impedir el desarrollo de focos de infección en esas áreas de tan difícil acceso. Seca cuidadosamente todo el cuerpo, ya que la presencia de humedad favorece extraordinariamente el desarrollo de infecciones causadas especialmente por hongos. El secado debe de ser mucho más escrupuloso en el paciente diabético. El mismo cuidado en el secado debes aplicar especialmente a los pies puesto que las infecciones que mencionaba determinan una cantidad extraordinaria de complicaciones. Éstas van desde la simple comezón o pies ardorosos hasta graves problemas circulatorios que conducen irremediablemente a la amputación de dedos o hasta del mismo pie, hecho frecuente en el paciente diabético. El aseo de los genitales del adulto mayor exige de todo tu tiento, respeto y minuciosidad, no olvides que estás tocando lo más delicado en lo referente al pudor del individuo, pero por otro lado, lo que peores olores produce y en donde más bacterias se esconden. Mencionado esto, utiliza una toallita de felpa o de algodón (toalla facial) impregnada de espuma de jabón y cuidadosamente asea a fin de prevenir cualquier irritación o infección que se pueda producir a consecuencia de una limpieza mal proporcionada. |
ImportanteLos consejos relacionados a la nutrición, son de divulgación científica publicados por nuestra experta nutricionista en nuestro blog.
Mi Enfermera no busca reemplazar el consejo del médico y recomienda ir a verlo o a su nutricionista para cada caso particular. Categorías
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