La varicela es una infección causada por el virus “varicela zoster”. Suele presentarse en niños menores de 15 años, aunque de vez en cuando, suele afectar adultos. En tales casos, la enfermedad puede causar severas complicaciones a tu salud. La varicela se presenta típicamente en niños, y su síntoma principal es la aparición de una erupción en la piel, generalmente en cara, pecho y espalda. Esta erupción suele convertirse en ampollas llenas de líquido, que luego se encostran. El proceso dura habitualmente entre 5 a 10 días. Si no se trata a tiempo, o si el virus afecta a cualquier persona con un sistema inmune debilitado, la varicela puede provocar complicaciones médicas severas, sobre todo en mujeres embarazadas y bebés. Una vez que se ha adquirido varicela, el virus permanece en el cuerpo aun después de haber sanado. Esto previene que se contraiga la enfermedad nuevamente, pero si ha sido mal tratada, el virus podría provocar culebrilla en adultos. Síntomas de la varicela#1.- Erupción en cara, pecho y espalda. Acompañada siempre de un incómodo escozor. Suele encostrarse a los 5 días. #2.- Fiebre. Puede permanecer los 5 días que dura la enfermedad y no suele ser muy alta. En adultos, el incremento de la temperatura es más serio. #3.- Cansancio. La fatiga se puede presentar sin necesidad de haber realizado actividad física alguna y puede estar acompañada de acalambramientos. #4.- Falta de apetito. Puede presentarse incluso antes de que el virus muestre sus primeros síntomas. #5.- Dolor de cabeza. En la mayoría de los casos, es leve, pero bastante molesta. En adultos, puede llegar a convertirse en migraña. La varicela puede presentarse aún en personas que se hayan vacunado, pero, por lo general, estos casos son raros y de una intensidad mucho más leve. Aun así, un adulto infectado activamente con varicela es altamente contagioso, y los efectos a su salud son mucho más nocivos que en los de un infante o adolescente. Algunas personas con sistemas inmunológicos muy comprometidos o debilitados pueden presentar diversas complicaciones aparte de los síntomas comunes. Entre ellas se encuentran neumonía, encefalitis (inflamación del cerebro), septicemia, deshidratación severa y sangrado. En todo caso, los síntomas tanto en niños como en adultos suelen ser fáciles de detectar, y el ciclo de la enfermedad no es muy extenso, lo cual hace de la varicela una infección muy tratable. Como siempre, nuestra principal recomendación es que visites a tu médico regularmente, y prestes mucha atención a cualquier síntoma que se pueda presentar en ti, o alguno de tus seres queridos. Ya sabes: vacúnate, visita a tu médico y ¡cuídate mucho!
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