Cuando Emilio llega a la residencia de mayores por su avanzado estado de Alzheimer conoce a Miguel, otro anciano internado. Este y otros compañeros de la residencia tratarán de disimular la gravedad de Emilio para evitar que sea trasladado a la temida planta de “impedidos”. Así, en uno de los escenarios más terribles posible, nace una profunda y entrañable amistad que lo cambiará todo. Es la historia de Arrugas, la premiada y genial película española de animación que nos recuerda la importancia de la amistad a cualquier edad y, sobre todo, su capacidad salvadora cuando creemos que todo está perdido. Porque sí, los amigos son fundamentales en todas las etapas de la vida, pero en la tercera edad pueden incluso ayudar a prolongarla. Así lo demuestran varios estudios. Las personas mayores con una vida social activa, más allá de sus relaciones con la familia, tienen mayores probabilidades de vivir más y mejor. Y son muchas las razones físicas y emocionales de ello: - Hacer nuevas amistades en cualquier lugar, como la de nuestros personajes Emilio y Miguel, evita la dañina e inevitable sensación de pérdida de amigos que mueren con el paso de los años. - Mejora el autoestima y el ánimo. - Devuelve “las ganas de vivir” que pierden muchos ancianos. Sentirse querido, apoyado y necesitado hace que seguir viviendo merezca la pena. - Recordemos que la familia no se elige, los amigos sí. Un amigo de la misma edad puede tener más empatía y facilidad para ayudar a nuestros mayores que la propia familia. - Promueve el movimiento físico. Somos conscientes de que hacer amigos nuevos no es igual de fácil a todas las edades. Obviamente, las personas mayores tienen una vida social menos activa. Ellos no trabajan, van a clase o salen a una fiesta. Tal vez vivan en una residencia o se han tenido que trasladar a otra ciudad con su familia. Los ancianos están más cerrados en sí mismos, pueden sentirse inseguros e incluso deprimidos o tener impedimentos físicos. Es por ello que en este aspecto la familia sí puede convertirse en su mayor apoyo en la tarea de hacer amistades. Es imprescindible recordar a nuestros mayores la importancia de conservar sus viejas amistades, pero también animarle a hacer nuevos amigos. La pregunta lógica que nos hacemos ahora es ¿cómo podemos ayudarles? Existen formas (más de las que creemos) para que por sí solos, con la ayuda de la familia o incluso de un cuidador o enfermera, puedan conseguirlo: - Descubrirle, si no lo conoce ya, el mundo de Internet. La Red es una herramienta perfecta para recuperar amistades perdidas en el pasado y/o hacer nuevos amigos en las cientos de las plataformas existentes. Redes sociales exclusivas para mayores, blogs, páginas en Facebook, webs, foros… Basta con hacer una búsqueda en Google y seleccionar las mejores. - Existen todo tipo de asociaciones, clubs, talleres y grupos subvencionados por entidades privadas o públicas y totalmente gratuitos que organizan encuentros, actividades y juegos para personas mayores. - Acompañarles durante las primeras veces a sitios susceptibles de tratar con otra gente de su edad. Ir con ellos al parque, a una asociación, al bar del barrio… puede darle seguridad para hablar con otra gente. - Las habilidades sociales, como muchas otras, pueden perderse con los años por no practicarlas. Recordémosles cómo se entablan relaciones. Pueden hacerse juegos de roles para iniciar conversaciones con desconocidos sobre temas familiares, sus nietos, su vida, el tiempo, la historia, sus aficiones… - Una vez que hayan conocido a otras personas afines, animarles a concertar citas con ellos, interesarnos por sus conversaciones… Emilio y Miguel se salvaron el uno al otro y a muchos más. Y ello no solo tiene que poder ocurrir en la ficción.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
ImportanteLos consejos relacionados a la nutrición, son de divulgación científica publicados por nuestra experta nutricionista en nuestro blog.
Mi Enfermera no busca reemplazar el consejo del médico y recomienda ir a verlo o a su nutricionista para cada caso particular. Categorías
Todo
|