Qué hacer cuando la demencia senil es una realidad en nuestras vidas

Nuestros apreciados ancianos demandan mucho amor y cuidados. Pueda que sea un vecino, un pariente o un familiar cercano quien haga el trabajo delivery, osea, a domicilio. En cualquiera de los casos, debemos enfocarnos en darles la mejor calidad de vida posible a los ancianos.

Existe una remarcada relación entre la diabetes y la demencia, que conllevaría una serie de complicaciones si no se controla y equilibra a tiempo. La aterosclerosis, por ejemplo, nos lleva a la demencia senil, ya que esta enfermedad consiste en el depósito de la grasa en las arterias, que se vuelven muy gruesas, dejan de ser elásticas y así la sangre no circula fluidamente. 

Un gran porcentaje de pacientes con diabetes tienen mayor predisposición a sufrir aterosclerosis en relación a las personas que no la padecen. Recordemos que si este padecimiento llega a los vasos cerebrales, los síntomas de la demencia senil no tardan en aparecer.

Entre los síntomas de la demencia senil se encuentran la progresiva pérdida de las funciones cognitivas y, en muchos casos, se producen disfunciones de nuestra memoria reciente. Cosas aparentemente simples como perder las llaves muy seguido, olvidar cosas que sucedieron el día anterior o no recordar nombres son claras señales de que se está iniciando la demencia senil.

Esto no solamente implica un suceso triste para la familia de quien lo padece sino también es claramente un peligro para el mismo paciente en el caso de vivir solo.

El cuidado a domicilio es la mejor opción, con personas profesionales que nos brinden sus servicios. Además de ser necesaria la compra de medicamentos e insumos de salud, podemos recurrir a las tan efectivas compras online en farmacias  así como también asistencia médica a domicilio en caso de ser necesaria.

Si tienes un cuidado especial para mantener un estilo de vida y una alimentación saludable, puedes retrasar significativamente el avance de este padecimiento.