Parkinson: cómo relacionarte con el paciente y poder ayudarlo

​La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurológica más común, después del Alzheimer. Esta enfermedad afecta generalmente a personas mayores (los síntomas pueden presentarse desde los 40 años), y provoca que el paciente pierda el control sobre los movimientos de su cuerpo. 
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Cuidar a un ser querido que sufre de este mal puede resultar ser un gran desafío, especialmente cuando la enfermedad está ya muy avanzada. Vas a tener que ser muy cuidadoso y prepararte mental, emocional y físicamente para apoyar a tu paciente. Aquí, en Mi Enfermera, te decimos cómo.

#1. Prepárate y documéntate

Hay numerosos recursos disponibles en Internet y las bibliotecas públicas tienen material bibliográfico acerca de la enfermedad. Sus causas, sus efectos, sus síntomas y cómo tratar cada uno. Debes determinar cuánto puede hacer tu paciente por su cuenta, qué no puede hacer y qué tipo de apoyo tuyo necesita. Estudia la enfermedad y sabrás manejarla mejor.
 
Siempre que sea posible, acompaña a tu paciente a sus citas médicas y hazle preguntas al médico, al profesional de enfermería y al trabajador social. Mantenerte informado es esencial. También es importante que evalúes las cuestiones económicas actuales y futuras, y tu manejo de gastos.

#2. No te descuides a ti mismo

Una de las cosas más importantes que puedes hacer es cuidar de ti mismo. Esto incluye mantener un buen estado de salud mental y físico. Como cuidador, es importante que conserves tu trabajo siempre que sea posible, ya que no sólo brindas recursos económicos y quizás cobertura de seguro, sino también un sentido de autoestima para ti.
 
Si es posible, participa en un grupo de apoyo. Así conocerás a personas que están atravesando lo mismo que tú, desahogarte y hablar de tus frustraciones e intercambiar información de recursos y estrategias para salir adelante. Siempre que sea posible, duerme bien, tómate descansos, planifica y continúa con tus actividades sociales, e intenta mantener tu sentido del humor.

#3. No necesitas hacerlo todo tú solo

Pide ayuda. No intentes hacer todo por tu cuenta. Al pedir ayuda, puedes aliviar tu sensación de aislamiento y tener más confianza en tu capacidad de brindar cuidados.
 
Obtener ayuda aumenta tu capacidad de pensar de manera creativa y te permite tomarte esos necesarios descansos. Puedes recibir ayuda a través de tu localidad o comunidad, a través de vecinos, amigos, iglesias, centros para ancianos y centros de cuidados diurnos para adultos.
 
También existen servicios de cuidados en el hogar que puedes contratar, que brindan asistencia para asistir, bañar, vestir al paciente y preparar comidas. Puedes contar con nosotros cuando lo necesites.

#4. Interactúa con tu paciente

Mantener una positiva relación y comunicación con la persona que padece este mal puede ser el aspecto más desafiante y, a su vez, gratificante de ser cuidador. A medida que la enfermedad de Parkinson avanza, los roles cambian y el paciente puede pasar de ser el responsable independiente del hogar, a ser una persona muy dependiente que requiere mucha atención.
 
A pesar de los altos niveles de esfuerzo, los cuidadores con buenas relaciones sufren menos depresión y tienen un mejor estado de salud físico. Recuerda que, como cuidador, el servicio que le brindas a tu ser querido es inmensurable en términos de amor, cuidado e interés.Conversa con tu paciente, empatiza con él, y verás que las cosas se harán más llevaderas.
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Como ves, cuidar de ese ser querido con Parkinson no es nada sencillo. Vas a necesitar realizar un gran esfuerzo, y tener mucha voluntad, pero esa persona especial cuenta con tu apoyo. Si sigues nuestros consejos, podrás lograrlo. Estamos seguros de ello.