La sangre cumple una función muy importante en tu organismo. Es la encargada de trasladar el oxígeno a tu cerebro, moviliza tu sistema inmunológico a todo tu cuerpo y transporta los nutrientes necesarios para tu sustento. Sin embargo, existe un riesgo asociado con la sangre: la formación de émbolos. Cuando estos émbolos se desprenden pueden causar obstrucciones, y estas, a su vez, pueden tener consecuencias muy graves. Cuando la obstrucción ocurre en el cerebro, se conoce como embolia cerebral. También conocidos como coágulos, los émbolos suelen desprenderse de los vasos sanguíneos y viajar por el torrente sanguíneo hasta llegar a un lugar por el que no puedan pasar. Es aquí donde se empiezan a presentar los problemas, que, en el caso del cerebro, pueden ser fatales para la persona. Desafortunadamente, los síntomas de una embolia cerebral pueden pasar desapercibidos y son extremadamente graves, sobre todo si son producto de un derrame cerebral. Aproximadamente un 20% de las personas que sufren de una embolia mueren de forma casi inmediata, y aquellos que sobreviven, presentan discapacidades secundarias, algunas veces de por vida (según la OMS). Como es potencialmente mortal si no se trata de forma inmediata, una embolia cerebral debe ser considerada una emergencia médica. Para que puedas reconocerla, nosotros te decimos cuáles son sus síntomas. Presta mucha atención, querido lector. Síntomas de una embolia cerebral#1.- Dolor de cabeza severo y repentino. Aparecen intermitentemente, y se van convirtiendo en migrañas progresivas crónicas. #2.- Aparición repentina de alteraciones visuales, generalmente asociadas a la pérdida de la visión. #3.- Desarrollo progresivo de sensaciones de hormigueo, debilidad muscular, entumecimiento o parálisis en alguna parte del cuerpo. #4.- Pérdida de la conciencia espacio-temporal, confusión, dificultad para hablar, alteración de tu nivel de alerta o problemas para reconocer el entorno. #5.- Cansancio, sueño, fatiga, pérdida del equilibrio, mareos y náuseas. Todas sin razón aparente y de forma repentina.
Si percibes alguno de estos síntomas en ti mismo o en alguno de tus seres queridos, es hora de acudir a tu médico. Aún con los síntomas presentándose de forma clara, la embolia cerebral es difícil de diagnosticar, y más aún de tratar. Estos síntomas pueden presentarse de forma recurrente hasta por lo menos un mes antes de sufrir algún ataque, así que el tiempo de detección es muy importante en este caso. Es importante también, que mantengas la costumbre de hacerte revisiones médicas de forma constante para descartar los problemas que esta, y muchas otras enfermedades, pueden causar en tu salud. Los efectos secundarios de esta enfermedad son muy variados, y todos ellos discapacitan de por vida a la persona que los sufre. No dejes que esto te ocurra a ti o a tu familia. Visita a tu médico, mantente alerta a los síntomas y ¡Cuídate mucho!
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ImportanteLos consejos relacionados a la nutrición, son de divulgación científica publicados por nuestra experta nutricionista en nuestro blog.
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