Aproximadamente, una de cada tres personas de 65 a 74 años tiene algún nivel de pérdida auditiva y alrededor del 50% de personas mayores de 75 años presentan dificultad para oír. En el Perú, la población adulta mayor se calcula en más de tres millones de personas, según la OMS este rango se considera en mayores de 60 años. En este periodo de la vida se presentan una serie de cambios físicos que afectan diversos órganos y sentidos, haciendo que su estilo de vida y su entorno socio-familiar se modifique. En esta etapa, también, se manifiesta la pérdida de audición; la cual genera además de limitaciones auditivas de base, alteraciones para la comunicación personal, especialmente en entornos ruidosos, en una conversación rápida o con diferentes interlocutores a la vez; reduciendo su calidad de vida y su socialización; causando distracción y mayor propensión a sufrir accidentes en el hogar, disminución en el desempeño familiar, incremento de estrés, irritabilidad y alteraciones del sueño. En este sentido, la pérdida de audición es un problema significativo para las personas mayores: es el tercer problema crónico más importante durante el envejecimiento, después de la hipertensión y de la artritis. Tanto la incidencia, como su prevalencia, van en aumento paralelamente con la edad y si consideramos el incremento de la población longeva, las alteraciones auditivas resultan ser un escenario sensible por atender. Esta condición discapacitante se puede presentar por diferentes razones, se presenta de manera paulatina a causa de las condiciones propias de la edad (presbiacusia), como también por factores predisponentes como enfermedades metabólicas, consumo de medicamentos dañinos para el oído o exposición a ruido. En caso de existir alguna disminución auditiva, los adultos mayores deben recurrir a un audiólogo; profesional que realiza un conjunto de evaluaciones que brindan información del nivel auditivo, lugar de la lesión y principalmente su implicancia en la comprensión de mensajes hablados y su comunicación. Las ayudas auditivas pueden ser muy variadas, y más allá de las que se utilizan para compensar la pérdida auditiva, es la consejería familiar la que debe acompañar al adulto mayor; facilitándole su rehabilitación y reincorporación a sus actividades en sociedad. En la actualidad, la atención a la población adulta mayor ya se considera como una prioridad para los gobiernos locales; sin embargo, más allá de atender las consecuencias de sus dolencias, debemos promocionar actividades que fortalezcan su calidad de vida y la consolidación de su bienestar.
El Instituto de Diagnóstico y Tratamiento del CPAL con el objetivo de llevar la mejor atención a más personas, inaugurará muy pronto su nueva sede en el distrito de Magdalena del Mar, en la que se brindarán los servicios de diagnóstico y tratamiento en las áreas de audición, comunicación, lenguaje, habla y aprendizaje.
1 Comentario
|
ImportanteLos consejos relacionados a la nutrición, son de divulgación científica publicados por nuestra experta nutricionista en nuestro blog.
Mi Enfermera no busca reemplazar el consejo del médico y recomienda ir a verlo o a su nutricionista para cada caso particular. Categorías
Todo
|