Hígado sano: Nuestra vida en nuestras manos

El hígado es uno de los principales órganos de nuestro cuerpo, el más grande, cumple muchas funciones y su funcionamiento está íntimamente relacionado con nuestra alimentación. 

Nuestros estilos de vida pueden definir la salud de nuestro hígado. Actualmente las enfermedades hepáticas van en aumento debido a la mala alimentación, el consumo de alcohol, la falta de ejercicios y el estrés excesivo con el que vivimos. 

Estas enfermedades no se forman en semanas, si no son años de daños constantes los que a futuro van a causarnos problemas. El hígado enfermo altera la homeostasis de nuestro cuerpo, ya que cumple diversas funciones en el organismo:

• Sintetiza la bilis, sustancia necesaria para digerir las grasas.
  
• Desintoxica el cuerpo.
  
• Metaboliza los nutrientes de los alimentos que ingerimos.
  
• Ayuda a eliminar colesterol por medio de la bilis.
  
• Posee una capacidad regenerativa.
  
• Produce energía, cuando ingerimos alimentos o cuando estamos en épocas de ayuno.
  
• Produce las proteínas necesarias para las hormonas, enzimas, y nuestras defensas.
  
• Destruye y evita el ingreso de bacterias o virus que ingresan por los alimentos.
  
• Participa en la coagulación de la sangre.
  
• Almacena y ayuda a utilizar las vitaminas y minerales.
  
• Actúa como filtro ya que impide el ingreso de toxinas y químicos a la sangre.
  

La función de filtro es indispensable para que estemos bien, pero ¿hasta qué punto el hígado puede soportar las toxinas que ingerimos?.  Esta es una de las principales causas de enfermedades hepáticas: el abuso de toxinas y químicos de los alimentos, alcohol y medicamentos. Ojo, no es solamente lo que ingerimos por medio de los alimentos, aquí también incluyen las toxinas que respiramos o las que ingresan por la piel.

Dentro de las enfermedades más resaltantes tenemos las siguientes:

• Hepatitis: Significa inflamación del hígado, puede ser producido por virus o bacterias y son de tres tipos: A, B y C.

1. Hepatitis A: es trasmitida por el contacto directo con heces, está muy relacionada con la higiene y manipulación de los alimentos.
   
2. Hepatitis B: es trasmitida a través de relaciones sexuales o por compartir agujas contaminadas. Es más fácil de transmitir que el VIH pero existen vacunas y tratamiento médico para este virus. 
   
3. Hepatitis C: Es el tipo más fuerte de hepatitis, no existe vacuna para este tipo y puede causar daños hepáticos muy fuertes.

• Esteatosis hepática o hígado graso: Existe de dos tipos la alcohólica y la no alcohólica.
  
• Cirrosis: Es la cicatrización del hígado, por lo que va a impedir su buen funcionamiento. Muchas enfermedades hepáticas terminan en cirrosis y es causado por el daño recurrente al hígado. 
  
• Cáncer: por combinación de malos estilos de vida y mala alimentación.
  

La mejor forma de prevenir las enfermedades hepáticas es manteniendo una buena alimentación, utilizando una dieta equilibrada que nos brinde todos los nutrientes necesarios. Sólo tenemos un hígado... y una vida.