De hecho que te has cortado alguna vez. Tal vez cocinando, o haciendo alguna labor doméstica. O quizá te hayas caído de la bicicleta y te raspaste las rodillas. Pues bien, a la que sangre salió de esa pequeña herida, se le conoce como hemorragia. La hemorragia es, básicamente, la pérdida de sangre. Puede ocurrir afuera o dentro del cuerpo. Puedes sangrar tras sufrir un corte u otra herida. El sangrado puede ocurrir también por una lesión a un órgano interno. A veces el sangrado puede causar otros problemas. Un moretón o hematoma es un sangrado debajo de la piel. Algunos ataques cerebrales son causados por hemorragias en el cerebro. Otros sangrados, como la hemorragia gastrointestinal, toser sangre o sangrado vaginal pueden ser síntomas de una enfermedad. En todo caso, una hemorragia seria producida por un accidente debe ser considerada como una emergencia médica, y debes tratarla de inmediato. #1. ¿Cómo debes limpiar una herida?
#2. ¿Qué hacer para detener el sangrado?
#3. ¿Cómo cuido de mi herida mientras sana?
Por lo general, las heridas no suelen ser graves, aun cuando requieren de puntos. En todo caso, si tu herida se rasga, no para de sangrar, tiene impurezas que no puedes extraer, drena pus o te produce fiebre, debes acudir inmediatamente a un médico. Las infecciones están a la orden del día, y una herida sin tratar se presta para causarte muchas enfermedades que podrías prevenir.
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