Fiebre: Qué la causa y cómo cuidarse de sus efectos

La fiebre es un síndrome muy común. De hecho que alguna vez la has padecido, y a simple vista no parece ser gran cosa. Pero la realidad es otra. La fiebre es un normal indicador inmunológico cuyo principal signo es la hipertermia. O sea, el incremento de la temperatura corporal.
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Puede existir fiebre sin incremento de la temperatura, pero este es un fenómeno muy raro. La temperatura usualmente es el indicador más efectivo para determinar si tienes fiebre o no, y la mides con un termómetro. Lo normal en el ser humano es una temperatura de 37°C.
 
La fiebre cumple una importante función, ya que da la voz de alerta que tu sistema inmunológico está luchando contra alguna enfermedad, y el aumento de la temperatura corporal sirve al propósito de vencer al elemento invasor. Una fiebre considerada “aceptable” es de hasta 38°C.

Como la fiebre suele presentarse sin previo aviso, y se desconoce en primer plano la causa, debe ser tratada como una urgencia médica. Las razones por las cuales puedes tener fiebre son innumerables, pero generalmente se produce por la presencia de alguna infección u otro agente extraño en tu organismo.
 
Como no podemos mencionarte todas las enfermedades que pueden producir fiebre, porque la lista es demasiado larga, en Mi Enfermera creemos que sería mejor decirte cómo manejar la fiebre de forma sencilla y eficaz. ¡Presta atención!
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¿Qué hacer en caso de fiebre?

#1. Toma un baño de agua tibia

Métete a la tina y date un baño con agua templada, tirando para fría. La hipertermia producida por la fiebre puede, a largo plazo, causar daños en tu sistema, así que lo más básico es bajar tu temperatura. 5 minutos es más que suficiente.

#2. Reposa, descansa y no te abrigues

Si has logrado mantener tu temperatura bajo control, debes descansar, preferentemente en tu cama, y sin abrigarte mucho. Tienes que darle a tu cuerpo la oportunidad de defenderse de lo que sea que lo esté atacando.

#3. Toma constantemente tu temperatura

Desde que aparece la fiebre, toma tu temperatura cada 30 minutos más o menos, para que tengas una idea de cómo va progresando. Si ves que se incrementa, toma otro baño de agua tibia, y sigue reposando.

#4. Bebe una taza de té caliente

Si es con canela, mejor aún. El té producirá que sudes más, y esto regulará tu temperatura y estabilizará tu organismo. Además, un tecito nunca cae mal.

#5. Aplica compresas de agua fría

Paños húmedos con agua, aplicados a diferentes zonas de tu cuerpo ayudarán a bajar tu temperatura y mantenerte fresco. En la frente, los brazos, las piernas, las axilas y el abdomen son buenos lugares para ponerte una compresa fresca. Recuerda, no en el pecho. Podrías complicar la fiebre con problemas respiratorios.

#6. Toma bastante agua

El líquido elemento es la panacea casera. Toma abundantes cantidades de agua para prevenir que la alta temperatura te deshidrate. Esto también te ayudará a orinar más seguido y a eliminar toxinas.
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Es muy importante que siempre tengas presente que la fiebre no es una enfermedad, sino un síntoma, y que cumple una importante función en la detección de enfermedades. La más común es la gripe, pero puede presentarse en otros casos. La fiebre por sí sola, salvo que la temperatura sea muy alta, no es mortal, pero la enfermedad que la produce sí puede serlo. No la tomes a la ligera, y mantente siempre alerta ante cualquier indicador de riesgo. Si notas que la fiebre dura más de tres días, acude inmediatamente al médico. ​