Enfermedades Psicosomáticas: El Poder de la Mente

Seguramente en alguna oportunidad has enfrentado una serie de situaciones que te han tenido muy agobiado, ya sea por los pendientes del trabajo, por responsabilidades en casa y otros compromisos que te hacen sentir que no puedes con todo. Empiezas a tener frecuentemente dolores de cabeza, molestias lumbares o ardores en el estómago. Lo que sucede es que tus malestares emocionales se empiezan a manifestar con un síntoma físico, a eso se le llama: somatizar.
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Las enfermedades psicosomáticas por definición son aquellas donde se presenta un desequilibrio entre la mente y el cuerpo. Por ejemplo, el estrés es la situación más conocida que acarrea enfermedades psicosomáticas. Esta situación anímica y emocional logra comprometer nuestra salud física, la acumulación de tensión tiene, a menudo, repercusiones sobre el cuerpo.

¿Qué hacer si sientes que estás pasando por eso? 

Lo primero que hay que hacer es descartar que sea otro tipo de enfermedad por ello es importante el chequeo médico cuando presentemos un síntoma. Si tus síntomas provienen de una carga emocional el médico debe indicarte que no hay una enfermedad aparente y realizar un tratamiento físico para aliviar el dolor del cuerpo y recomendarte una asesoría psicológica. 
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Existen una serie de expresiones que utilizamos a diario a causa de malestares físicos que deberían ser examinados por los médicos para descartar alguna enfermedad o determinar si se trata de una enfermedad psicosomática: 

•  “Siento un peso en los hombros”.
•  “Siento mareos”.
•  “Siento mi cuerpo muy pesado”.
•  “Tengo un nudo en el estómago”.
•  “Me falta el aire”.
•  “Siento que el corazón me va a explotar”.
•  “Siento presión en el pecho”.
•  “Tengo ganas de vomitar”.

¿Cómo tratar las enfermedades psicosomáticas?

• Busca la opinión de un médico y de un psicólogo. ​Ambos ayudarán a que esos síntomas no se conviertan en una enfermedad más complicada.

• Aprende a entender y manifestar tus emociones. Existen cinco tipos de emociones auténticas: alegría, tristeza, cólera, afecto/placer y miedo. Expresarlas correctamente te ayudará a “no guardarlas” y evitar acumularlas por dentro y que luego degenere en una enfermedad.

• Respira, tómate unos minutos al día para respirar y sentir tu respiración. Mientras vas al trabajo o a la universidad, al salir de la ducha, mientras te cambias, en tus descansos, respira conscientemente.

• Haz ejercicio. Saca a pasear a tu mascota, camina o trota. Matricúlate en un gimnasio o cómprate una maquina de ejercicios para hacerte una rutina en casa. Te ayudará a eliminar toda esa carga emocional que acumulamos durante el día.

• Ten un tiempo de ocio. Anda al cine, al parque. Inscríbete en ese curso de manualidades o juega con tus amigos, futbol, vóley, etc. ¡Una vez a la semana desconéctate del mundo!

• Escucha a tu cuerpo, no vivas en negación. Si te duele algo manifiéstalo y averigua de qué se trata. Muchas veces aplazamos nuestros chequeos y descuidamos nuestra salud.

Lo más importante es encontrar la manera de manejar nuestras emociones y que no nos generen un perjuicio en nuestro cuerpo y en nuestro ánimo. Por ello te recomendamos te tomes un momento para ti, ¡eres lo más importante!

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