Como lo hemos comentado anteriormente, el hígado es el órgano más grande dentro de tu cuerpo, y cumple la función de descomponer y eliminar las toxinas de tu organismo. Sin embargo, el hígado es un órgano que puede sufrir de muchos problemas, entre ellos el de acumulación de lípidos. A este fenómeno se le conoce como enfermedad del hígado graso. La enfermedad del hígado graso es una condición médica en la que el hígado empieza a acumular grasa. Existen dos tipos diferentes de hígado graso: alcohólico y no alcohólico. En ambos casos, las funciones del hígado empiezan a desequilibrarse y a causar desórdenes en diversos sistemas del cuerpo. Esta enfermedad no tiene cura, ni causa conocida, hasta ahora. Pero muchos doctores coinciden en que existen una serie de factores que pueden influenciar en la aparición de este mal. Nosotros, en Mi enfermera, siempre preocupados por tu bienestar y salud, te decimos cuáles son estos factores de riesgo, para que te mantengas pendiente de ellos, y puedas detectar si eres propenso a desarrollar esta enfermedad. Presta atención: Factores de riesgo para desarrollar hígado graso:#1.- Tener diabetes tipo 2. #2.- Sufrir de obesidad o sobrepeso. #3.- Tener presión arterial alta (hipertensión). #4.- Pérdida de peso muy acelerado. #5.- Tener altos niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. #6.- Padecer de trastornos metabólicos. #7.- Tener una edad mayor a los 34 años (aunque hay casos en que los niños también pueden tenerlo). #8.- Sufrir de infecciones hepáticas, como la hepatitis C. #9.- Consumo de medicamentos a base de corticoides y sus derivados, y algunas medicinas contra el cáncer. La enfermedad del hígado graso es silenciosa, es decir, no suele presentar síntomas. Uno de los más comunes indicadores de la presencia de hígado graso en el organismo es un dolor constante y agudo en el lado derecho superior del abdomen, pero poco más. Dicho esto, el hígado graso tiene un tratamiento largo y de mucha dedicación, ya que implica cambiar el estilo de vida de la persona y tomar ciertas medicinas para controlar sus efectos negativos. De estos cambios, el principal es el dejar de beber alcohol, comer alimentos saludables bajos en azúcar y sal, tomar bastante agua, hacer ejercicio, entre otros. Fieles a nuestra costumbre, nuestra principal recomendación es que visites a tu médico con frecuencia, y consultes con él la dieta adecuada a seguir para prevenir el desarrollo de hígado graso, o, si ya lo tienes, reducir y contener sus efectos en tu salud. Ya lo sabes, querido lector. Come sano, haz ejercicio y ¡Cuídate mucho!
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