El primer paciente de nuestras vidas

Atender a los pacientes de manera personalizada, con calidez y profesionalismo demanda cualidades humanas  excepcionales. Ejercer la enfermería ha preparado a nuestro equipo de profesionales para esta labor, pero la realidad nos impone nuevos retos y adaptarnos a las condiciones que ofrezcan el nuevo hogar o la nueva familia con la que alternamos, en el servicio a domicilio.

Tratar al paciente como si fuera el primer paciente de nuestras vidas y más aún, tratarlo como a un miembro más de nuestra familia es el don que buscamos cultivar en una organización innovadora en el país. Lograr ese sentimiento no es fácil, por lo que se necesita una formación que si viene de casa es reforzada en mente y espíritu con nosotros.

Gracias a Internet, muchos profesionales se la enfermería e instituciones médicas vinculadas a nuestra fervorosa labor se han acercado con curiosidad y nos felicitan por esta mística donde el amor es la clave. Mantenerla es todo un reto en un servicio de salud que encuentra serias dificultades en una sociedad que avanza a la par con la tecnología pero que de vez en cuando se ve opacada por la enfermedad en distintos niveles, incluso morales y éticos.

Con los servicios que ofrecemos online hemos encontrado una rápida respuesta a los pedidos de la gente, y al retroalimentarnos de sus necesidades, mejoramos la calidad de nuestro servicio intentando llevarlo a una personalización lo más exacta y útil posible a la realidad de cada hogar donde se instale. Mientras mantengamos esos valores, esperamos poder adaptarnos y darles lo que necesiten aunque nuestro entorno cambie.

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