El asma es una enfermedad respiratoria crónica, que se caracteriza por un aumento de reactividad de las vías aéreas de menor calibre llamadas bronquios. Esto significa que ante diferentes estímulos como el frío, el ejercicio o ciertas sustancias alérgenas, los bronquios se inflaman y disminuyen su diámetro, cerrándose de forma reversible. Dentro de los síntomas más comunes podemos encontrar la falta de aire, la tos, sensación de opresión en el pecho y el silbido en el pecho llamado sibilancias.
Las personas que sufren esta enfermedad saben qué tan importante y peligroso puede ser un ataque de asma, que si no es tratado a tiempo puede terminar en una emergencia médica. Es por eso que es importante tratar este mal a tiempo y así poder evitar cualquier riesgo. Existen signos de alarma que te da el cuerpo indicándote que estás cerca a tener una crisis respiratoria. Es importante que sepas reconocerlos, estos son:
Si usted o alguien de su familia presenta estos signos de manera recurrente, es importante que vaya a un médico a que le den el diagnóstico respectivo. Si usted o algún familiar o amigo ya ha sido diagnosticado con este mal, le brindamos unos consejos que puede seguir para no empeorarlo. Realizar fisioterapia respiratoria: Esto se refiere a una serie de ejercicios que ayudan a respirar mejor y mejoran la mecánica respiratoria. Son muy útiles en las crisis o reagudizaciones. Revisiones periódicas: Los pacientes con asma deben acudir de forma periódica a la consulta de neumología. Allí les realizarán una espirometría, una prueba que mide la capacidad pulmonar del paciente, para ver la evolución de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Tomar tu medicación: Es fundamental tomar la medicación recetada por el doctor todos los días a pesar de sentirte bien de salud. De esta forma, podrás controlar la inflamación evitando la aparición de reagudizaciones. Comenzar un diario del asma: Esta es una gran técnica porque te ayuda a averiguar ante cuál disparador reacciona tu crisis. De esta manera, puedes reducir la exposición a dicho elemento. Usar el aire acondicionado: Usado a media temperatura, puede ser útil si sus reacciones son causadas por el polen o esporas del aire. Evitar el humo: La mayoría de pacientes son sensibles a cualquier tipo de humo, siendo el de tabaco el más común. Es importante que no fumen cerca tuyo o en el lugar dónde vives. Usar un deshumidificador: El exceso de humedad puede producir que se genere moho en las casas o sitios de trabajo. Utilizar un deshumidificador te evitará tener este tipo de problemas. Usar fundas impermeables a los alergenos: Los ácaros son disparadores para la mayoría de pacientes. Utiliza fundas impermeables para tu ropa de cama y lávalas regularmente. Ellos viven en las alfombras, es recomendable que uses parquet u otro tipo de piso. Usar una buena aspiradora: Hay aspiradoras deficientes que levantan más polvo del que aspiran. Una buena deberá captar más del 95% de partículas de polvo. Tener a la mano Prednisona: Si usted sufre de ataques graves, es importante que tenga este compuesto a la mano. La Prednisona es uno de los más fuertes medicamentos en el mercado. No es prudente utilizar este medicamento a largo plazo debido a los efectos secundarios. Conseguir un nebulizador: Si el inhalador que tiene no está siendo efectivo para su condición, es bueno que preguntes por un nebulizador de asma. Este se usa típicamente en niños y adultos mayores. Esto hace que la medicina se transforme en vapor y sea más fácil para los pulmones absorber el medicamento. Estos son unos simples consejos que puedes seguir para mejorar o evitar la condición asmática. Si conoces de otros consejos, te invitamos a compartirlos con nosotros por medio de los comentarios.
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ImportanteLos consejos relacionados a la nutrición, son de divulgación científica publicados por nuestra experta nutricionista en nuestro blog.
Mi Enfermera no busca reemplazar el consejo del médico y recomienda ir a verlo o a su nutricionista para cada caso particular. Categorías
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