Ganarse la confianza de una familia requiere forjar una relación de a pocos y sólo el cariño y la sinceridad que exprese una persona externa que se incorpora a la intimidad del hogar podrá lograr estrechar estos vínculos tan necesarios para la recuperación, tratamiento o despedida final de un ser querido por parte de un profesional de la enfermería. En una situación tan delicada, es necesario que los profesionales se entreguen por completo en cada una de las técnicas y procedimientos y ponerse en el lugar no sólo del paciente –pues está demostrado que más allá de la ciencia el sentimiento también cura– sino del familiar y para eso es indispensable tener una formación desde casa no sólo moral sino también espiritual que nos mantenga fuertes física y emocionalmente para afrontar estos retos. La preparación profesional de nuestro equipo de enfermería a domicilio es capaz de transmitir esa confiabilidad y nos da la plena seguridad de ofrecer un servicio que encierra un riesgo pero a la vez una esperanza para el hogar. Por cubrir esta necesidad con un enfoque innovador y ser pioneros en el Perú el Colegio de Enfermeros ha reconocido a la directora de Mi Enfermera, la licenciada Soledad Yance de Vera, quien como inspiradora y fundadora de esta empresa familiar recibió el apoyo de sus hijos para fortalecer una idea de negocio que ha sido reconocida incluso internacionalmente por la creatividad con la que han asistido a un encuentro tan cercano y urgente con la población. Mi Enfermera es ese medio para llegar a mucha gente que necesita un apoyo y que por lo general no lo encuentra dentro de su familia por diversos motivos. Nosotros tenemos la difícil pero grata misión de cubrir ese vacío y de trasladar nuestro conocimiento a toda la gente vinculada a un ser querido enfermo con amor y sacrificio. Estar a la vanguardia con las nuevas tecnologías y tratamientos en salud así como las políticas que se dan en este sector son el fondo de esa atención de calidad que damos, siempre ofreciendo lo mejor de nosotros para alcanzar la plenitud de la vida y superar incluso los momentos más duros que pueden venir.
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El aseo del paciente es algo elemental pues de ello dependerán la comodidad y el buen estado de ánimo del adulto mayor, indispensable para su bienestar. El aseo requiere, como todas las atenciones y servicios que le proporcionas, de tu paciencia y buena actitud. Baño El baño puede realizarse cada dos días hasta cada cinco, dependiendo de factores como el peso del adulto mayor (si lo bañas a diario, antes de un mes tendrás hernias por todos lados). Según la frecuencia de sus evacuaciones, la limpieza al darle sus alimentos, las dificultades que represente su traslado al baño por la distribución de la casa, etc. Se debe utilizar jabones neutros, o especiales que no resecan demasiado la piel (de almendra, de cacahuate, etc.), o los que proveen ciertos lubricantes apropiados para la misma. Reemplaza el tradicional estropajo por una toallita facial o por una esponja; en el mercado local hay esponjas con felpa en el lado opuesto que constituye un excelente auxiliar para el baño. El baño del adulto mayor se lo deberás dar siempre sentado, en una silla de plástico, con piernas abiertas y que cuente con un orificio para poder asear perfectamente los glúteos y sus más recónditas áreas, para impedir el desarrollo de focos de infección en esas áreas de tan difícil acceso. Seca cuidadosamente todo el cuerpo, ya que la presencia de humedad favorece extraordinariamente el desarrollo de infecciones causadas especialmente por hongos. El secado debe de ser mucho más escrupuloso en el paciente diabético. El mismo cuidado en el secado debes aplicar especialmente a los pies puesto que las infecciones que mencionaba determinan una cantidad extraordinaria de complicaciones. Éstas van desde la simple comezón o pies ardorosos hasta graves problemas circulatorios que conducen irremediablemente a la amputación de dedos o hasta del mismo pie, hecho frecuente en el paciente diabético. El aseo de los genitales del adulto mayor exige de todo tu tiento, respeto y minuciosidad, no olvides que estás tocando lo más delicado en lo referente al pudor del individuo, pero por otro lado, lo que peores olores produce y en donde más bacterias se esconden. Mencionado esto, utiliza una toallita de felpa o de algodón (toalla facial) impregnada de espuma de jabón y cuidadosamente asea a fin de prevenir cualquier irritación o infección que se pueda producir a consecuencia de una limpieza mal proporcionada. |
ImportanteLos consejos relacionados a la nutrición, son de divulgación científica publicados por nuestra experta nutricionista en nuestro blog.
Mi Enfermera no busca reemplazar el consejo del médico y recomienda ir a verlo o a su nutricionista para cada caso particular. Categorías
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