Comer es uno de los más grandes placeres que te ofrece la vida, y también es la principal necesidad biológica que tienes como ser vivo. Los alimentos no sólo te brindan nutrientes para energizarte, sino también una diversa cantidad de complementos que refuerzan tu sistema inmunológico, incrementan tus capacidades físicas y mentales, y, en general, te mantienen sano de forma integral. Sin embargo, existe una enfermedad alimenticia que puede causar muchos problemas graves a tu salud: la bulimia. La bulimia es un trastorno de la conducta que se presenta como un sentimiento severo de culpa tras ingerir una enorme cantidad de calorías. Las personas con bulimia nerviosa sienten siempre la imperativa necesidad de comer, pero luego deben eliminar la comida a través de vómitos autoinducidos o laxantes para aplacar su sentimiento de culpabilidad por haber comido en exceso. Las personas que sufren de este trastorno, suelen mantenerse en su peso, y esto hace que sea muy difícil detectar y diagnosticar la enfermedad. Este mal comprende factores fisiológicos, psicológicos y sociales, lo que la hace extremadamente complicada de tratar. Las personas que sufren de bulimia tienden a preocuparse obsesivamente con su peso, como respuesta a un problema de baja autoestima. Indicadores de la bulimia #1.- Ingesta de alimentos excesiva Una persona que sufre de bulimia tiende a tener un bajo autocontrol con respecto a su ingesta de alimentos. Suele comer en grandes cantidades y en cortos lapsos de tiempo, no disfrutan de la comida, y no tienen preferencias a la hora de elegir la comida que ingieren, ya que sólo les interesa saciarse. Suelen comer solos, por ser de naturaleza asocial, y su tema de conversación más frecuente es la comida. #2.- Utilización innecesaria de laxantes Para prevenir el incremento de peso, la persona enferma utiliza laxantes, diuréticos o se induce vómitos para eliminar la comida que ha ingerido. También tiende a abusar de las actividades y ejercicios físicos, o la práctica de deportes. #3.- Conducta recurrente o repetitiva El bulímico tiene a tener una conducta repetitiva con respecto a sus hábitos alimenticios y de ejercitación. Suelen darse atracones de comida dos o tres veces por semana. La regularidad con la que realizan actividades para bajar de peso también es bastante alta. #4.- Baja autoestima Por lo general, una persona con este trastorno suele ser aislada, con una baja autoestima, y es proclive a deprimirse con frecuencia. La depresión, sumada a la ansiedad constante de la que es víctima, hace que la persona busque refugio en el alcohol o en las drogas. En algunos casos, el bulímico desarrolla tendencias cleptomaniacas o ludopatías. La bulimia puede provocar una serie de efectos extremadamente nocivos en la salud física de la persona que la sufre. Arritmias que pueden generar infartos, pancreatitis, rupturas gástricas, deshidratación severa, reflujo gastrointestinal, síndrome del intestino irritable, pérdida de masa ósea entre muchas otras complicaciones. El tratamiento varía de paciente a paciente, pero generalmente es psicoterapia. Esta debe ser realizada por un especialista en alteraciones de la conducta alimenticia. Tratar la bulimia puede llegar a ser muy difícil, ya que dada su naturaleza, el paciente puede negar que sufre de la enfermedad o rechazar el tratamiento. Lo ideal para prevenir que esta enfermedad se presente en tu hogar, es llevar una dieta familiar balanceada y evitar la obsesión por las dietas, el peso o la imagen corporal. Alimentar positivamente la autoestima de tus seres queridos ayuda mucho en la prevención de este trastorno. Siempre presta atención a tu familia, y observa bien la conducta de tus seres queridos. De tu atención y cuidados depende que puedan seguir siendo sanos y felices. También te puede interesar: Aprende a proteger tu estómago de la gastritis
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