Toda actividad física que realizas la controla tu cerebro. Jugar, trabajar, hacer ejercicio, comer, respirar. Todas esas actividades son las que te permiten interactuar con el mundo que te rodea, y así llevar una vida normal y edificante. Sin embargo, existe una enfermedad que puede quitarte la capacidad de interactuar de forma física con tu entorno: la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Conocida también como el trastorno de Lou Gehrig, la ELA es una enfermedad que afecta sistemáticamente a las neuronas, el tronco cerebral y la médula espinal, disminuyendo considerablemente tus capacidades motrices voluntarias e involuntarias. Es decir, pierdes control de tus extremidades y de algunas funciones autónomas como respirar o tragar. Esta enfermedad es famosa por padecerla el físico teórico Stephen Hawking. Desgraciadamente, la ELA no tiene cura conocida, y tampoco se conocen sus causas, pero varias medicinas se han desarrollado para retrasar los efectos de los síntomas. Por otra parte, la ELA no afecta tus sentidos ni tu capacidad de razonamiento, aunque existen pocos casos que incluyen demencia. En Mi Enfermera te decimos cuáles son estos síntomas, para que la detectes a tiempo, y busques un tratamiento adecuado y con prontitud. Efectos de la esclerosis lateral amiotrófica 1. Dificultad para levantar las cosas, subir escaleras y caminar. 2. Dificultad para respirar. 3. Facilidad para asfixiarte, náuseas o problemas para deglutir (tragar). 4. Problemas para hablar o arrastrar las palabras al comunicarte. 5. Ronquera o cambios en la voz. 6. Caída de la cabeza, debido a una debilitación de los músculos del cuello. 7. Depresión. 8. Calambres musculares frecuentes. 9. Pérdida de peso. 10. Rigidez y contracciones musculares. 11. Dificultad para controlar el llanto o la risa. 12. Temblores musculares, espasmos o pérdida del tejido muscular. 13. Reflejos articulares anormales o disminuidos. La fisioterapia, la rehabilitación y el uso de diversos dispositivos ortopédicos, como las sillas de ruedas, son algunas de las formas de tratamiento que se tiene para controlar esta enfermedad, y proveer al paciente de una normalización de su estilo de vida y mejora de su salud. El uso de medicinas, como el diazepam, también es común. El apoyo emocional es fundamental para lidiar con esta enfermedad. Los pacientes y sus familiares suelen sentirse deprimidos y necesitan en la mayoría de los casos participar de grupos de apoyo para superar los efectos psicológicos de este mal. Si detectas alguno de los síntomas que te hemos indicado en ti, o en alguno de tus seres queridos, acude inmediatamente a tu médico. Mientras más pronto sea detectada la ELA, más fácil será controlar los síntomas, y mantener una calidad de vida adecuada para el paciente. Busca apoyo y ¡Cuídate mucho! También te puede interesar: Esclerosis múltiple: cuando el cableado empieza a fallar
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